Vicente Santuc - Ecualizando al Perú / Revista COSAS Mayo 2009
VICENTE SANTUC, PRESIDENTE DE LA UNIVERSIDAD ANTONIO RUIZ DE MONTOYA
Ecualizando al Perú
Su análisis de la problemática del país resulta casi insólito para un sacerdote, incluso siendo jesuita. Apasionado por Nietzsche, Marx y Freud, habla del actual gobierno, de Fujimori, del VRAE, de las drogas, de la familia, de la televisión. Lo interesante, según dice, es que “hay mucho por hacer”.
Por Gabriel Gargurevich Pazos / Fotos de Christian Oses
Elige maldecir a tu país. Elige vivir amargado repitiéndote que si hubieras nacido en otro lado tu talento sería verdaderamente reconocido. Elige insultar al conductor de la combi que se te cruzó mientras vas a tu trabajo; ódialo por su raza, por su acento, y otra vez convéncete de que tú no deberías haber nacido acá. “Esto sólo ocurre en el Perú, esto sólo ocurre en el Perú…”.
El sacerdote jesuita francés (y peruano ) Vicente Santuc (1936) te da más opciones, sin embargo: “Elige al Perú. Elige no vivir siempre bajo la premisa efecto-causa; es decir, no te justifiques repitiéndote ´no soy más que el efecto de una causa´. Hay que olvidarnos de eso. El pueblo peruano no termina de digerir su historia con sencillez y honradez. No sabemos qué hacer con nuestro pasado”. ¿Es una tarea casi psicoanalítica la que tenemos que hacer los peruanos? “¡Pero claro que sí!”.
Vicente llegó a nuestro país en el año 1970, en plena reforma agraria de Velasco. Una de sus primeras obras fue fundar el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado(Cipca) de Piura, del cual fue director hasta 1989: “La idea era preparar a los campesinos para ver si esa reforma podía tener algún éxito. Lo único malo era que los militares suelen creer que la sociedad, en general, es un cuartel”.
En los años 70 y 80 publicó varios artículos y libros sobre educación popular; recientemente ha publicado varios artículos sobre filosofía política y entre sus libros figuran “¿Qué nos pasa? Ética y Política” y “El topo en su laberinto”. Hizo sus estudios en Francia donde obtuvo maestrías en Sociología Agraria y en Economía del Desarrollo y un doctorado en Filosofía Política.
Actualmente participa en la mesa de trabajo para la organización del Foro Mundial sobre el Diálogo de las Civilizaciones – donde participó el año pasado en Grecia-, promovido por el gobierno Ruso y la Iglesia Ortodoxa Rusa. Dentro de la Compañía de Jesús (jesuitas), ha ocupado el cargo de Consejero de la Provincia del Perú y es miembro de la Comisión de Formación.
– El Perú, en los últimos años, se ha convertido en líder de la región en materia económica por su crecimiento; sin embargo, la pobreza extrema aún persiste. ¿Qué cree que significa hoy ser peruano para los peruanos?
–Yo siento que todavía hay en el peruano un sentimiento de no satisfacción y no orgullo por su país, así como de desconfianza, a pesar de todo ese discurso oficial que nos dice que todo va muy bien. No hemos incorporado en el imaginario nacional el hecho de que los selváticos y los serranos formen parte de la nacionalidad peruana y tengan derecho a los mismos beneficios que hay en la costa. Es un problema muy serio porque se trata no solo de que exista voluntad política sino también, mayor conciencia y acción de la sociedad en su conjunto.
– ¿Cómo ha cambiado el espíritu de hacer empresa?, ¿cómo hacer para que la disciplina y la rigurosidad se tomen como valores fundamentales dentro del trabajo sin caer en excesos como el no respeto a las 8 horas? En algunos supermercados extranjeros, a las cajeras se les impuso el uso de pañales para que estén en sus puestos de trabajo en todo momento…
–La ola neoliberal nos ha llevado a una especie de carrera, de compulsión competitiva entre empresas y personas, lo que ha hecho que aquello que considerábamos como conquistas sociales irrenunciables, finalmente, se disuelvan. Detrás, no hay voluntades perversas, es la lógica de la competencia, la lógica de maximización de las ganancias y el consumo. Entonces, todo el mundo es cómplice. La crisis que se inició en Estados Unidos es una crisis financiera, pero, sobre todo, de humanidad.
– ¿El actual gobierno de García aporta una mejora de la moral en nuestro país?
–Me cuesta mucho creerlo. Porque si veo el Congreso, no hay nada de eso. Hay una serie de actos, decisiones y pequeños escándalos dentro de este gobierno. Los petroaudios, las ventas de tantos terrenos públicos, no sé qué pasa… No es que carezcamos de discurso moral. Pero la ética está en la práctica. Soy moral si me escojo como persona moral. Por otro lado, en una sociedad, en una colectividad, la moralidad no se sostiene a partir de leyes que se puedan dictar, sino de costumbres que hacemos cuajar entre nosotros, que son evidencia de conductas. ¿Cuáles son esas evidencias en el Perú?, ¿no serán las que vienen del espíritu criollo?
– ¿Podemos confiar en que la investigación relacionada a los petroaudios se está manejando en términos transparentes y justos?
–No lo sé.
– ¿Cree que el Poder Judicial está haciendo un buen trabajo?
– El juicio realizado al ex presidente Fujimori es una manifestación de que el Poder Judicial está en condiciones de hacer un excelente trabajo. Pero el Poder Judicial es como todos los cuerpos profesionales que existen, como la Fiscalía , como la Compañía de Jesús, como las universidades, donde hay de todo. Hay buenos, mediocres y malos; hay inteligentes y tontos, y a veces, corruptos.
LAS FUERZAS DEL CORAZÓN
– ¿Qué se puede decir del abogado de Fujimori, así como de su propia familia, cuando en un inicio del proceso judicial se pronunciaron diciendo que confiaban plenamente en el trabajo y criterio de los jueces y luego de escuchar el fallo despotricaron de los mismos?
–Siempre hay que hacerse estas preguntas: quién dice, qué dice, por qué lo dice y cuándo lo dice. A lo mejor así se puede entender mejor a los personajes que has mencionado.
– ¿No se puede hablar de una doble moral?
–Mira, para la hija y los familiares de Fujimori es una situación bien difícil porque, con todo, parece que Fujimori ha sido un buen padre de familia para sus hijos.
–Pero parece que con su esposa no fue tan bueno, ¿no?
– ¡Parece que no! Pero con sus hijos tiene una excelente relación. Entonces los hijos pueden sentir una deuda llena de cariño para con él. Con respecto al abogado, me imagino que debe de tener su estrategia. Aristóteles decía que en una situación donde hay varios interlocutores hay que ver cuáles son las intenciones detrás de los mismos. En las cosas humanas, como en las políticas, se tiene que hablar de opiniones compartidas. No hay verdades científicas.
– Puedo deducir que se sitúa en el terreno de la comprensión… ¿no es un poco complaciente?
– Yo no soy un personaje político. Desde mi posición procuro entender los diferentes discursos para ubicarme; y si tengo que hablar, procuro ayudar a los demás a que se hagan una serie de preguntas para comprender. La comprensión es importante porque todos somos personas complicadas, llenas de fuerzas contradictorias. Entonces, el problema es -y ahí entra la moral- cómo jerarquizas esas fuerzas. El estilo de una persona esta dada por la manera de armonizar las fuerzas que hay en ella.
– ¿Sería como ecualizar una radio?
–Así es… o como componer un cuadro. Un cuadro es una organización de fuerzas, de colores, de formas, y ahí hay un estilo. ¿Cuál es el estilo de nuestra sociedad en este momento?, ¿cuál era el estilo del gobierno de Fujimori? Para mí era la búsqueda de éxitos personales, de la manera que sea y a cualquier precio.
– ¿Es ético que postule a la presidencia la hija de un dictador juzgado y condenado?
– En la medida que Keiko asume como programa de su gobierno la reivindicación de su padre, hay un problema moral y jurídico. Significa no reconocer la pertinencia del juicio, no respetar las instituciones nacionales y si alguien quiere ser presidente de la República , tiene que defender las instituciones. Si en su programa hubiese esa voluntad de reinvidicar a su padre, se situaría en continuidad con las prácticas de él, que despreció las instituciones y jugó con ellas.
VIOLENCIA FABRICADA
– ¿Cómo definiría la ética de los terroristas que hoy operan en la zona del VRAE?, ¿sigue siendo un asunto ideológico o es más bien económico?
–No creo que sigan buscando una sociedad alternativa. Lo que creo que hay ahora son grupos que están esencialmente ligados al narcotráfico. Es un asunto de plata, de plata sucia, con poca visión. Pero, ya sabemos, hoy el dinero es el único referente de valor y ese estilo de vida es corruptor y destructor de la vida social.
– ¿Legalizar las drogas es una solución para acabar con la delincuencia y las muertes?
– Bueno, ya sabemos que el tipo de control que tenemos no da resultados. Si la legalización del consumo y la producción de drogas va a ser la solución… Puede ser un medio diferente para una solución. Es un medio que a lo mejor habría que ensayar, como lo han hecho en algunos países europeos. La ventaja es que se puede tener un control oficial; permite un control de los consumidores, de los adictos, otorgándoles una atención médica y psicológica. Además, todo esto tiene como efecto reducir las mafias.
– ¿Qué reflexión moral y ética nos debe generar las incesantes muertes en nuestras pistas y carreteras? ¿Existe un temor a la impopularidad por parte de los que nos gobiernan? Si Castañeda pusiera orden real en el problema de los taxistas o formalizara los paraderos de buses, por ejemplo, ¿no cree que tendría que enfrentar unos cuantos pleitos?
– El tema del transporte es complejo porque toda la ciudadanía es cómplice. Los ciudadanos toleramos que nos traten como un saco de papas cuando subimos a una combi; toleramos que no se cumpla con las reglas mínimas de circulación. Entonces, tendría que haber una campaña de concientización, consistente y persistente. ¡Hay que ver cómo todos, hoy día, utilizamos el cinturón de seguridad! ¡Pero la ciudadanía soporta ser vejada constantemente! Entonces, hay que reconocer que tenemos poca estima hacia nosotros mismos. Lo más fácil es acudir a las leyes y decir que la ministra de Transportes o el alcalde tienen la culpa. Evidentemente , tienen responsabilidad y han procurado hacer cosas, pero enseguida los transportistas hacen trampas y, al mismo tiempo, la población acepta eso. Si, por ejemplo, la población se organiza para no subir a las unidades de transporte de la empresa que más accidentes han ocasionado, ¡ya vería que hay resultados! La sociedad está muerta y debe tener imaginación para las posibilidades de acción.
– ¿Cómo se explica el hecho de que Magaly tenga tanto rating?
– Yo creo que si Magaly tiene tanto éxito es porque sabe apelar al morbo y los bajos instintos. No respeta a los que son objeto de su discurso ni a nosotros, los espectadores, porque remueve esas fuerzas oscuras, que están ahí y que pueden producir un gozo morboso. Una sociedad no es por lo que comparte de morboso o de violencia, sino por las medidas que toma para saber controlar esos sentimientos.
– Santiago Roncagliolo, con “Abril Rojo”, Daniel Alarcón con “Guerra a la luz de las velas”, Claudia Llosa con su película “La teta asustada”… ¿Cómo ve el hecho de que muchos de nuestros cineastas, escritores y artistas sean reconocidos mundialmente?, ¿qué está pasando con el contenido de sus creaciones?
– Si están reconocidos mundialmente es porque la puesta en forma que han sabido hacer de la violencia que hemos vivido ha sido lograda estéticamente, y eso es una gran cosa. Pero todos estos textos y películas siguen reproduciendo esquemas antiguos que existen en el imaginario nacional con la dualización del país entre “mundo serrano atrasado-mundo costeño moderno”. Lo que tienen de bueno estas producciones es que nos plantean el problema. Hay, entonces, un primer proceso de digerir toda esa violencia que hemos vivido.
LA SAGRADA FAMILIA
– ¿La familia peruana se está desarrollando por el camino correcto?
– En el mundo moderno, donde papá y mamá trabajan, los hijos, que ahora llegan cada vez más tarde, pasan a ser una especie de bulto, ¡no sabemos qué hacer con ellos! ¡La humanidad no sabe qué hacer con su propia reproducción biológica! Eso es serio para una especia.
– ¿Siempre hay que apuntar a mantener la figura clásica de la familia: papá, mamá e hijos juntos bajo un mismo techo?
– ¿Papá, mamá e hijos juntos bajo un mismo techo? ¡Pero eso es reciente, es moderno! Antes era papá, mamá, las abuelas, las tías, etc. – se ríe.
– Me refiero a que ahora hay más parejas separadas, papás solteros, mamás solteras, mamás que han decidido tener hijos solas…Una amiga ha tenido, hace poco, un hijo por inseminación artificial, luego de ver un catálogo…
– A mí me genera preguntas eso. La vida es una cosa que nos ha ocurrido por azar, porque cuando nuestros padres hacían el amor no nos buscaban a nosotros, ¡hacían el amor y punto! Y si el espermatozoide del cual vengo hubiera corrido menos, pues todo sería distinto. Entonces la vida se ha reproducido así, en un derroche de …¡Bueno de espermatozoides! Entonces el hijo venía, a veces deseado, a veces no, pero por recibíamos porque era de la vida. Pero ahora el hijo viene ¿por el deseo de la madre o la angustia de la madre? La madre quiere dar sentido a su vida porque necesita ese hijo, ¿y ese hijo va a ser objeto del cariño, de la devoción, de la angustia? Esa mujer puede decir: “Bueno, yo tengo el derecho de hacer con mi cuerpo lo que quiera”. ¿Pero tiene derecho a condicionar así la vida de una criatura? Hemos perdido el sentido de los límites y hay que recuperarlo.
– Entonces, vuelvo a preguntar: ¿hay que apuntar a mantener una estructura familiar clásica?
– Yo no sé si hay que mantener eso. Creo que la reproducción humana se desarrolla en relaciones donde hay un papá y una mamá, de acuerdo con lo que nos ha dicho Freud. Después de la unión simbiótica del niño con la madre, en un primer momento, viene el destete, la separación, y ahí el padre es aquel que tiene que decir al niño, figurativamente, “esa mujer no es tuya, es mía. Así libera a ese niño para que pueda amar a otras mujeres. Cuando decimos “familia” no se trata solamente de reproducción biológica sino de reproducción afectiva; se trata de inscribir seguridad en el niño; se trata de reproducción cultural…
– En ese sentido, ¿un matrimonio homosexual puede criar a un niño?
– En Francia llaman “pacto” a la unión de dos personas del mismo sexo, pero no es matrimonio. Es un “pacto” existen los mismos beneficios legales del matrimonio.
– ¿Estás a favor de estos pactos?
– Yo constato que se dan.
– Parece decirlo con resignación…
– Se da y hay que saber constatar las cosas que se dan. Pero decir si está “mal” o “bien” es un poco rápido. La vida es un poco más complicada. Yo tengo y he tenido amigos homosexuales, y he podido constatar que hay efectivamente amor posible entre dos personas del mismo sexo. Eso es respetable.
– “Amarse los unos a los otros”. ¿Si todos siguiéramos solo este mandato divino el mundo sería un lugar feliz?
– Feliz, no lo sé, pero más feliz, sí –dice riendo-. Pero los mandatos nunca se cumplen a cabalidad. No hay que hacerse ilusiones de que vamos a llegar a un momento en el que sabremos “amarnos los unos a los otros”. Pero hay que seguir en la búsqueda de la justicia, la libertad, la felicidad y el amor, por supuesto. Tengo amor si doy amor, tengo paz si doy paz, cariño, respeto, etc. Hay cosas que las tienes cuando las das; son lo más valioso, las cosas que nos hacen humanos juntos.

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