Jesúcristo y su doctrina




Por Manuel González Prada

·         Hay en la vida de Jesús indisoluble combinación de historia y leyenda
·         Jesús no tuvo apego al hogar ni fue muy amado por sus hermanos que le desdeñaban y hasta le creían loco.
·         La existencia de Jesús se prueba sólo por los Evangelios, libros acreedores a todo nombre, menos al de irrefragables documentos históricos
·         Los Evangelios son engendros de imaginaciones infantiles o mórbidas.
·         La vida de Napoleón referida por un cabo y según los datos de un inválido analfabeto, daría una idea de los Evangelios actuales.
·         Los teólogos acuden al subterfugio de las interpretaciones y cuando la interpretación alegórica les daña, apelan al sentido literal
·         La realidad histórica de Jesús surgió de las últimas capas sociales de Judea. Fue un hombre que predicó la unidad de Dios, la inmortalidad del alma y algunas veces la solidaridad humana.
·         Antes de él, muchos hablaron lenguaje de paz y amor, muchos vivieron en el desprendimiento de los bienes, muchos murieron por la verdad y la justicia.
·         Si Jesús hubiera sido un Dios, algo nuevo nos habría enseñado. Pero después de su venida quedamos en tanta oscuridad y miseria como antes de su encarnación
·         ¡Curiosa Divinidad que baja de su trono para venir a ser el eco de palabras dichas y redichas!
·         Si moralmente Jesús conoce iguales y no superiores, no sucede lo mismo intelectualmente, pues nadie sostendrá que puede compararse con Platón o Aristóteles.
·         El cristianismo es lo mismo que el islamismo, un cisma del judaísmo.
·         El vuelo de la inteligencia de Jesús no tuvo la amplitud para salir del mundo judío ni del  romano.
·         Antes de Cristo, los grandes filósofos eran ya cristianos, entendiendo por esta palabra el amor al prójimo y la creencia en Dios.
·         Pero la humanidad, que necesita personificar para rendir adoración, individualiza las obras colectivas, atribuye a un solo personajes el trabajo anónimo y secular de todo un pueblo.
·         Como Sócrates, Jesús tuvo el heroico valor de afirmar la palabra con el acto, de padecer y morir por sus convicciones.
·         En lugar de maldecir a sus crucificadores, debe agradecerles el haberle dado los medios de convertirse en Dios.
·         Los escritores hebreos cogen a la humanidad, la revuelcan en el estercolero y en seguida la arrastran a los pies de Dios, no para que interrogue y raciocine, sino para que adore y enmudezca.
·         Lo dicho explica por qué Jesús encontró adeptos y discípulos entre los más ignorantes de su nación, por qué ningún judío de verdadero valor intelectual se convirtió al cristianismo.
·         Quitemos hoy al vulgo católico sus santos y sus vírgenes, y veremos si se contentan con su Dios unipersonal y su cielo vacío.
·         María, la virgen-madre que no amó a ningún hombre, ese hombre-Dios que tampoco amó a ninguna mujer, forman hoy una especie de maniqueísmo. Dos divinidades buenas aunque frías y antihumanas que simbolizan la negación del amor. Dioses tristes y lúgubres, sin amores ni caricias, vegetan.
·         ¿En qué contexto aparece el mito de Jesús? Las imaginaciones estaban sobreexcitadas, los ánimos conmovidos, abundaban los caracteres débiles e irritables, se lloraba espontáneamente. Los casos de epilepsia eran frecuentes, el histerismo general, las alucinaciones comunes; se soñaba despierto; se sufrían pesadillas a la luz de día. Parecía que el Imperio en masa padecía una neurosis (Ponpeyo Gener).
·         El catolicismo es la degeneración del cristianismo. El catolicismo es la tiranía de sacerdotes y una religión del espanto.
·         Al divinizar a Jesús se le empequeñece: de un hombre muy grande se hace un Dios muy pequeño.









Imagen: History
http://mx.tuhistory.com/noticias/estudio-forense-revela-el-verdadero-rostro-de-jesus


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