Caso Parrilla familiar

 

Parrilla familiar[1]

Te voy a contar una pequeña historia. Haz una pausa breve tras leerla y decide si las personas involucradas en la historia hicieron algo moralmente reprobable.

 

 

 Un coche atropelló al perro de una familia justo enfrente de su casa. Ahí en el borde, la parrilla de la familia, con el carbón ardiente, chisporroteaba, y, según los hijos mayores, no había habido suficiente carne. Así que, como la familia había leído en una revista de antropología que, para algunas culturas, la carne de perro era deliciosa, decidieron remangarse y llevar manos a la obra. Hacer espacio en la parrilla. Cortaron el cuerpo del perro y se lo almorzaron. Nadie los vio hacerlo.

 



[1] Del ensayo de Jonathan Haidt, La mente de los justos.

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